WÍLDER RUÍZ LOAYZA
Congresista
RECUPEREMOS RONTOY
La arquitectura inmueble de la
antigua hacienda no se encuentra protegida por el Estado como bien patrimonial
de valor monumental, a pesar de ser una de las más conservadas del valle de
Huaura y tener un desarrollo arquitectónico consistente y vinculado con el
movimiento neocolonial de principios del siglo pasado.
Las mejoras introducidas durante
sus años de esplendor, la han transformado en una propiedad con un diseño
paisajístico notable y poco frecuente.
Sendas arboladas conducen a
patios con fuentes de agua, espacios con jardines interiores generan remansos
sombreados y tranquilos, bancas de piedra, farolas, jarrones y antiguas bañeras
han sido dispuestos con estética decimonónica, con la finalidad de poder
transitar por ellas sumergidos en un paisaje de ensueño.
Al presente es posible visitar
los inmuebles que formaron parte de la antigua hacienda San José de Rontoy.
En la actualidad la arquitectura
de la antigua hacienda está inmersa en un cautivador paisaje de cañaverales que
la hace única.
La urgencia de contar con
protocolos para su puesta en valor, conservación y tutela son de extrema
urgencia.
Si bien esta propuesta de puesta
en valor constituye un primer paso gigantesco, este aporte no resuelve por si
solo el problema.
Es imprescindible tomar con
urgencia acciones para salvaguardar este extraordinario patrimonio rural a
punto de desaparecer irremediablemente como tantos otros.
El Estado peruano, a través del
Ministerio de Cultura, tiene que diseñar en el menor tiempo posible las
herramientas jurídicas y económicas que fomenten su recuperación mediante
proyectos vinculados con el patrimonio arquitectónico con valor monumental fomentando
el turismo sostenible.
HISTORIA
La hacienda Rontoy, lugar espacioso
y de bella arquitectura española se hizo famosa cuando fue elegida para
filmarse la película peruana mexicana “Seguiré tus pasos”, que fuera protagonizada entre otros por el
Fraile Franciscano José de Guadalupe Mojica.
La película se estrenó en el año
1966 atrayendo el interés del público internacional hacia Rontoy y Sayán.
Una visita al lugar nos permite
observar a la abandonada Casa hacienda con sus amplios jardines arbolados y
patios con fuentes de azulejos. Frente al patio principal está la siempre bella
Capilla muy bien conservada, esta casona residencia llegó a ser una de las más
esplendorosas mansiones del virreinato, desde los primeros años de la república
llegó a contar con su propia planta
generadora de electricidad, gracias de que aprovechaban una cascada natural de
agua que ya no existe, era toda una modernidad para aquella época.
La hacienda tuvo como dueños a los
Álvarez-Calderón; en el año 1852 estuvo
en poder de Manuel Álvarez-Calderón Roldan, en 1969 con la llegada de la
reforma agraria pasó a manos de la Cooperativa Agraria Rontoy. La producción de
algodón con el paso de los años fue disminuyendo por diversos factores hasta
desaparecer totalmente, actualmente se dedican al cultivo de panllevar y caña
de azúcar.
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